El bag-in-box de El Progreso funciona muy bien en verano, para coctelería, y preparados en hostelería (blancos y tintos de verano, cócteles, etc), porque “se está poniendo de moda echarle un cubito de hielo y hay gran demanda, tanto en el centro de la península española, en formatos de 3 y 5 litros, como en Estados Unidos, con bag de 20 litros, cuyo vino usan para hacer coctelería sobre la marcha”, asegura Jesús Julián Casanova, presidente de El Progreso, quien cree que el tema de los nuevos aranceles de Trump a partir de agosto, podría afectarnos, ya que “si el vino es más caro, se venderá menos”.
Nuestra cooperativa, una de las principales productoras y exportadoras de Europa, comercializa los bag-in-box de marcas “El Progreso” (Airén y Tempranillo), “Azareño” (verdejo, syrah roble y tinto roble), “Huerto de Palacio” (blanco y tinto) y el ecológico “Medianiles” (Airén, tempranillo roble y tempranillo).

Mientras las uvas de El Progreso ya empiezan a pintar o cambiar de color, y el hermoso envero empieza a llegar a las vides de nuestros más de 2.300 socios, principalmente a las de variedad Tempranillo, Garnacha y a las de variedad Macabeo, casi 10 días antes de lo que ocurría hace años cuando cambiaban de color para Santiago, el departamento de Marketing de la cooperativa da los últimos retoques al nuevo diseño de su marca más emblemática, Ojos del Guadiana, que lanzarán con el embotellado de la nueva cosecha.

Igualmente la maduración del fruto está siendo el correcto, “la uva está sana y del tamaño de un garbanzo y madura con normalidad, por lo que podría coincidir el comienzo de la vendimia, inicialmente en los viñedos Chardonnay, con las fechas del año pasado, en la semana del 4 al 10 de agosto”, añade Casanova.
En El Progreso continúamos también con las obras de modernización de su Almazara, que supone una inversión en torno al millón de euros, sufragadas gracias a las ayudas de la Consejería de Agricultura, a través de los Fondos FOCAL, y con fondos propios. Una vez terminada la primera fase de las obras el pasado otoño, avanzan en la segunda fase, de instalación de las nuevas cubiertas, que confían en tener listas para otoño, y poder usarse ya en la próxima cosecha de aceituna con normalidad.